1954 fue, en términos generales un año bastante tranquilito.

Mao Zedong fue elegido Jefe de estado de la República Popular China

Pío XII nos avisó de los peligros que la televisión suponía para la familia, justo el día antes de iniciarse las emisiones de la televisión italiana. Esto último tiene un enorme merito si consideramos que Pío XII no llegó a conocer ni a Silvio Berlusconi. ni a Belén Esteban.

Nacieron aquel año, entre otros muchos, Bernard Hinault, John Travolta, Bibi (Andersen) Fernández o Antonio Resines. Por otra parte dejaron este mundo Henri Matisse o Jacinto Benavente.

El Real Madrid ganó la Liga y el Valencia la Copa y Alemania conquistó su primer Campeonato del Mundo de Futbol.

También ese año recibieron el ”Oscar“, Marlon Brando (mejor actor) y Grace Kelly (mejor actriz). Françoise Sagan, con sólo 19 años, escribió “Bonjour, tristesse”, todo un acontecimiento.

También ocurrieron otros dos hechos que revolucionaron el futuro, (hoy presente) Elvis Presley gravó su primer disco y en Nueva York IBM presentó la primera calculadora de circuitos integrados o cerebro electrónico.

También se publicó “El señor de las moscas” de William Golding, y Ernest Hemingway ganaba el Premio Nobel de Literatura.

Como TVE no había comenzado a emitir, lo haría dos años mas tarde, los cines españoles se llenaban para ver ”El Alcalde de Zalamea”, con Juanita Azores, o Fernando Rey en el reparto o “El Beso de Judas”, con Rafael Rivelles, Paco Rabal y Francisco Sancho; “Morena Clara” con la Lola, Ana Mariscal y Fernando Fernán Gómez, o “Un Caballero Andaluz” con Jorge Mistral y Carmen Sevilla, entre otros muchos títulos estrenados ese año, eso sí, después de pasar por las tijeras de la Censura.

Radio Barcelona instauro en aquel año, los que con el tiempo han sido, los prestigiosos “Premio Ondas” y la curia española comenzó a extender su presencia radiofónica a través de emisoras parroquiales que cuajarían en pocos años en la Cope.

Por las ondas podíamos escuchar a Pepe Blanco y Carmen Morell cantando aquello de “me debes un beso”, o a Antonio Molina con “Adios España querida”. También Luisa Linares y los Galindo nos cantaban aquello de “a lo loco, a lo loco”, ¡qué tiempos!

Un periódico valía una peseta, una plancha eléctrica, 45 pesetas y un traje de lana, 445 pesetas y el sueldo de un especialista bien remunerado podía llegar a las ¡800 pesetas! de las de entonces...

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